Azahara

Azahara estaba en su cuarto, cabeza gacha, luz apagada y música a tope, y ni aún así podía acallar sus pensamientos. Dentro de su cabeza se estaba desarrollando una especie de batalla campal...

<<¡IDIOTA! ¿Qué quieres? Eras perfectamente consciente de que podía pasar y no hiciste nada por evitarlo, más bien, ¡lo propiciaste!
Completamente consciente de lo que estabas haciendo no pusiste pegas, ni una sola queja. Te dejaste llevar sin pensar en nada, sin pensar en él, aquel que te lo ha dado todo sin pedir nada, aquel a quien siempre recurrías cuando tenías un problema.
Desgraciadamente esto no podrás contárselo, no quieres contárselo, porque lo perderás, no lo mereces, nunca lo has merecido y ahora mucho menos. No quieres contárselo pero tendrás que hacerlo, y no volverá a ser como antes. Has roto el delicado cristal de la confianza que os unía y ese no se reparará nunca más.
¿Y para qué? Todavía no logro comprender porqué lo hiciste. ¿Por un calentón? ¿Por volver a tenerlo otra vez? ¿Tan fuerte es la atracción que no pudiste resistirte a ella?
Porque es cierto, es guapo, muy guapo, pero como bien sabes, también es un cabrón, un gran cabrón. Nunca será tuyo totalmente, solo te querrá cuando te necesite. Y sin embargo, ¿por qué todavía me estremezco al recordar? ¿por qué creo que volvería a hacerlo? ¿por unas simples frases? "Cuanto tiempo sin verte, te he echado de menos" "Te odio muchísimo"
Que asco me doy>>

Un escalofrío recorrió a Azahara y un sollozo escapó de su garganta. Había tomado una decisión.
Él debía saberlo.

Me pegó fuerte ... 
        ¡JODER! 
               ... y tan fuerte. 

 

Sintonizar

Bueno, sea como sea, sintonizamos bien.
Sintonizar... La sintonía es algo que tiene que ver con la música. O peor aún, con los circuitos. El amor, en cambio, es cuando no respiras, cuando es absurdo, cuando echas de menos, cuando es bonito aunque esté desafinado, cuando es locura... Cuando solo de pensar en verlo con otra cuzarías a nado el océano.

No te lo puedes imaginar

-Ah me olvidaba decirte que...
-Dilo
-Tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes imaginar, pero esto no se lo diré a nadie, sobre todo a ti, deberían torturarme para obligarte a decirtelo.
-¿A decir qué?
-Quiero hacer el amor contigo. No una vez solo, sino cientos de veces. Pero a ti no te lo diré nunca, solo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo aqui, delante de tu casa toda la vida.

You must live

Entraste en mi vida suave, delicado, dulce, sin hacer ruido, ocupando poco y con una sonrisa. Y así cariñosamente, sin prisas entraste en mi corazón.
Lo ordenaste, lo cuidaste, desterraste lo malo, todo lo que pudiera dañarlo, sanaste sus heridas, lo mimaste, con ternura, con sonrisas.

Todo eso y más te debo a ti, compañero, consejero, confidente, amigo, amor.
No imagino un mundo en el que no existas, un mundo en el que tú no estés, un mundo en el que tú no vivas. Es imposible, completa y totalmente imposible. Tienes la obligación de existir, de estar, de vivir. Porque no existo, no soy, no vivo, si no es por ti.

Odiosa

Es odiosa la sensación de pisoteado, desplazado, sustituido... es una sensación odiosa, sí, pero lo es más si te pisotean algo tuyo. Eres degradado en un proyecto en el que tú eras el protagonista, pasas a ser simplemente uno más. Y quizás puede resultar peor aún si tu sustituto es siempre, o casi siempre, quien lleva la voz cantante.
Y te sientes mal porque se supone que se hace para que las cosas salgan mejor, pero sientes que te dan la oportunidad de demostrar que tú también puedes hacerlo, aunque se vea que mejoras, que puedes dar la nota, que llegas, que te sale e incluso además puede que quede mejor.
Sí, esa sensación es ODIOSA.

Apática

Hoy tenía uno de esos días, sensible, apática. Nada iba con ella, todo le era ajeno, extraño. No veía, no miraba su mundo, no lo oía, no escuchaba. Le era indiferente, no le importaba, no le interesaba. Se había encerrado en su burbuja de cristal, nada entraba, nada salía de ella sin su consentimiento.
Era potencialmente irritable, por cualquier cosa que perturbara su paz podía hacerla enfadar o incluso llorar.
Se sentía agusto, cómoda donde quiera que estuviera, en su mundo personal, íntimo. Dentro de sí misma, en un cómodo y cálido rincón. Nadie podía sacarla de ahí a no ser que quisiera.

Past

Hace tiempo me preguntaste qué opinaba de ti. Bien, ahora voy a decírtelo.
Eres un infeliz, un inmaduro, alguien que no sabe estar solo, siempre necesitas a alguien a tu lado, para comerle la boca. Un niño consentido por un padre borracho, que tira su vida por la borda abandonando todo lo que podría hacer de él alguien en la vida, y encima se cree superior por tomar ese camino, considerandose inteligente. Vas dando consejos sobre como se ha de vivir, creyéndote un sabelotodo porque según tú, te has criado en la calle y eso te hace con más experiencia que los demás.
Déjame decirte una cosa, puede que te hayas criado en la calle, si, pero eso no te da ni más ni menos experiencias que a los demás, tan solo te da otras vivencias.
Te crees maduro y tan solo eres un chico de casi 18 años que no ha sabido o no ha querido crecer porque sus circunstancias han sido duras y quizás no tomó, o no supo tomar las decisiones apropiadas.

Always

Siempre has sido tú cariño, ¿cómo habré podido tardar tanto en darme cuenta?
Eras tú el que estaba conmigo cuando estaba de bajón, eras tú el que estaba conmigo para hacer cualquier locura, eras tú con el que he compartido mil y una conversaciones interminables, eras tú con quien me quedé encerrada en la piedad ¿recuerdas? ,eras tú el que me comprende sin necesidad de palabras, eras tú cariño, siempre has sido tú, siempre serás tú.

De toda una vida

Pequeño pianista, cabezón, principe verde... toda una vida juntos. Desde enanos como solemos decir.
Me faltan palabras para expresar todo esto, para contarte, para decirte, para explicarte... y sin embargo podemos hablar durante horas y horas, sin aburrirnos. Creo que incluso durante días enteros si nos dejaran.

Me siento tan bien. Debo haber sido realmente buena en otra vida, porque eres increíble. Es como si hubiera tenido un tesoro delante de mis narices todo el tiempo, y ahora que lo descubrí, no quiero perderlo.

Es un extraño cóktel el nuestro: de risas, bromas, música, "ensayos y ensayos", silencios repletos de significado, sol, muchas conversaciones, abrazos, confesiones, humo, piscina, la piedad, escapadas, raptos, las vias, películas, curiosidad, iguanas, preguntas indiscretas, besos, juegos, dificultades, comienzos, apuestas, vacaciones, llamadas, ternura, confianza, amistad... y ese algo más que le da color a la vida, algunos lo llaman amor, yo, prefiero llamarlo Juan.

Carta a mini-yo

Hola mini-yo
Siento no haberte escrito más a menudo, pero es que no me gusta adelantarte acontecimientos. Recuerdo la última vez que te escribí, solo meras observaciones aprendidas. Aun así, siento la necesidad de decirte, de advertirte, ten cuidado, porque te harán daño, mucho daño, en lo más hondo. Y tardarás mucho en recuperarte de ese golpe, que vendrá de una persona a la que apreciarás mucho. Todo tu mundo cambiará, será duro y puede que incluso te sientas algo sola a veces.
Por eso, desde aqui quiero decirte: aguanta. Todo pasa, el dolor se va y las heridas cicatrizan.

Además encontrarás a unas personas estupendas que te apoyaran, ¿no todo iba a ser malo no?
Pero lo mejor llegará al final. Será increible, será genial, será impresionante, estupendo, de fábula, lo mejor de lo mejor... será él.