Aprendí a ser un animal nocturno,
a reir cuando queria llorar,
a salir de casa sin pensar en volver o no volver...
Sin querer, me hice de piedra,
sin saber, empecé a morir
porque el corazón un día cualquiera dejó de latir,
dejó de sentir...
Yo no quiero enamorarme, y ser presa otra vez,
depender de un hilo, de una sonrisa, de unos ojos, de unas manos resbaladizas...
No, eso ya no.
Caer, volver a caer, y levantarme de nuevo en silencio, sin lágrimas, ya no hay lágrimas.
Ya no hay tiempo, es ahora o nunca,
es la hora de levantarme o ya no lo haré nunca más,
no quiero caerme de nuevo, quiero librarme del miedo,
del miedo de volver a caer..