-Él no es humano- respondió
+¿Y por qué iba a serlo? ¿Esperas que los ángeles sean humanos?

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lunes, 31 de octubre de 2011

This is halloween

Noche de miedo, noche de sombras, noche de muerte, noche de vida, noche de fantasmas y zombis, noche de lobos y brujas.
Noche de Halloween.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Remember me

Ojalá estuvieras,
ojalá pudiera sentir tus brazos rodeándome, protegiéndome,
sentir tus labios besando mi cuello, mi cara, mis labios.
¿Qué no daría por un beso tuyo?

Ven, por favor ven, no tardes...
Quiero tenerte conmigo, juntos, unidos, otra vez.
Quiero verte y que me veas,
besarte y que me beses,
abrazarte y que me abraces.
Quiero que me susurres palabras al oído,
que me digas tequiero y que soy tu niña

martes, 25 de octubre de 2011

:]




Leo en tus ojos.

                                   Esa es mi filosofía.

lunes, 24 de octubre de 2011

Si te atreves...

-No, no digas nada. Yo hablaré. ¿Me has echado de menos? Porque yo a ti mucho.
¿Eres un verdadero tirano sabes?
Me cuesta estar enfadada contigo, pero esta te la guardo. No te hagas ilusiones.
Me gustaría hablar pasando del juego... por una vez.
¿Te gusta mi vestido? Se lo he birlado a mi hermana.
He debido pasarme más o menos tres horas frente al espejo. ¡Pero ha merecido la pena estoy guapa! Y espero gustarte si no te meto un tortazo.
¡Espera! Shhhh... Por donde iba...
El problema es que si me dijeras "me encantas" no podría creérmelo. Ya no se cuando es un juego y cuando es verdad.
Estoy perdida. ¡Espera,espera! No he terminado.
Dime que me quieres. Dímelo porque yo jamás me atreveré a decírtelo primero.
Me daría miedo que pensaras que es un juego.
Sálvame, te lo suplico.

domingo, 23 de octubre de 2011

Y no era yo, eramos dos

Querida yo interior:
Solo quería decirte que siempre estas ahí para susurrar esas palabras en mi oído, que ¡vaya tela!
Tengo muchas cosas que reprocharte, o no, y debería agradecertelo... en fin, te digo sinceramente, que tus intentos para hacer que dude de él son inútiles, que no hay nada que pueda vencer esto que siento, que todo lo que dices solo me demuestra que lo quiero más y más.
Asi que, puedes retirarte porque ahora mando yo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

El juego

¿Qué estas tramando?- preguntó Iris clavando sus ojos en los de él. -¿A dónde vamos?

-Tranquila pequeña fierecilla, no te preocupes. Solo voy a proponerte un juego. - respondió con ojos burlones.

-¿Qué clase de juego? No me fió de ti, eres un pervertido.- declaró Iris apartándose de él.

-No seas así, solo tienes que dejar que te ponga una venda. - aclaró él mientras se llevaba una mano al bolsillo de la chaqueta y sacaba un pañuelo color azul oscuro. Se lo mostró a Iris poniéndoselo justo delante, provocando que ella parpadeara y pusiera los ojos bizcos para verlo.

Iris frunció el ceño, desconfiando aún de él, pero le dejó hacer.
Una vez colocada la venda Jorge la condujo durante unos metros más a un pequeño café.
El aire le llevó a Iris diferentes olores al traspasar la puerta, pan tostado, churros, café recién hecho y chocolate caliente, todos ellos mezclados con el inconfundible olor del tabaco.

Jorge la condujo hasta una de las mesas y llamó con un gesto a un camarero, al que susurró algo al oído.

-¿Qué haces? ¿Dónde estamos? ¿Qué tramas? ¿Qué... ? - Un torrente de preguntas salían de la boca de Iris sin cesar, pero la única respuesta que obtenía era un "ya lo sabrás"
Al poco el camarero trajo lo que Jorge había pedido. Un plato distinto de cada uno de los desayunos.

-Es muy sencillo pequeña, solo tienes que decirme qué es lo que estás comiendo. - explicó Jorge.

-Y es un juego absurdo- replicó ella cruzando los brazos.

-Esta es mi chica- exclamó él con una sonrisa.

-No soy tu chica- gritó ella.

-Esta bien, esta bien- se disculpó Jorge- Empecemos a ver si eres tan inteligente.

Jorge cogió un trozo de tostada con mermelada y se la acercó a Iris a la cara. Ella entreabrió la boca pero de poco le sirvió pues Jorge le estampó la tostada en la cara.

Jorge estalló en carcajadas. -Lo siento, soy un verdadero torpe. - decía sin parar de reír.

Iris se levantó echa una furia y se lanzó sobre él, puños por delante.

-Eres idiota- repetía una y otra vez.

-No seas tonta, era un juego. Además lo volvería a repetir con tal de que te tiraras otra vez así sobre mí, aunque en otras circunstancias. - respondió él.

-¡Pervertido!- gritó ella.

Después de largo rato Jorge logró que Iris le perdonara.
Más tarde la mañana transcurrió en un parque, a orillas del río, tumbados en el césped, entre besos y caricias.

Song

No quiero una cancion feliz, ni tampoco una que me diga que no vale la pena prescindir de una sonrisa por otra persona, tampoco quiero una triste, ni una que me recuerde a ti o algun momento feliz contigo... quiero una puta cancion que al ponerla, con sus ruidos y gritos, me impida pensar ahogando todo tipo de sensacion desagradable.

Por tu bien

- ¿Te puedo pedir una cosa?
- Sí, dime
- No te acostumbres a mí.
- ¿Cómo?
- Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad matutina, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a que hablemos de tus problemas, ni a que te escuche con atención. No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mis mejillas rojas como un tomate cuando te ríes de mí, ni te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres… enserio
- ¿Y eso a que viene?
- A nada. Simplemente algún día me cansaré, me iré y echarás de menos esas cosas si estás acostumbrada.

sábado, 8 de octubre de 2011

Bye baby, bye.

Dile que se vaya, que no quiero verle más, que le odio, que me cansé de él, que no le soporto, que no le aguanto, que estoy enfadada, que estoy furiosa, que ya le olvidé y que ya no le quiero.

Pero, oh, no le digas que lloro todas las noches, que lo echo de menos todos los días, que lo quiero con toda mi alma, que me duelen las palabras que le digo, que me odio por haberlas dicho, que nunca le olvidaré, que me encantas sus besos, que adoro su ceño fruncido y su sonrisa.

Por eso te encomiendo a ti, fiel amigo, que le lleves mis palabras, porque sé, que si vuelvo a ver una vez más sus ojos, que si vuelve a rodearme con sus brazos, que si vuelvo a sentir sus labios una vez más...
no podré separarme de él nunca más.
         Pd: Esta no es mi situación actual, solo es algo que escribí al escuchar una canción.

jueves, 6 de octubre de 2011

¿The end?

¿Y si todo acabó así?
¿Y si ya no se puede hacer nada?
Pero, ¿y si, aun a pesar de todo, quiero seguir luchando?
Porque algo me dice que no hemos terminado,
que esto no ha acabado aquí.
Y mientras quede algo de amor en tus ojos
seguiré aquí,
mientras contextes a mis llamadas
seguiré aquí,
mientras sepa que volveré a verte
seguiré aquí.
Porque te extraño,
oh, te extraño.

lunes, 3 de octubre de 2011

Fall in love

Esto no es una declaración de amor, ni las palabras que se dicen cuando no se sabe que decir.
No es el resultado de noches de miel, ni días de sol abrazándonos.
Esto no son frases escritas sin pensar, ni la búsqueda de ningún destino, no es una esperanza disfrazada, ni la alegría que me envuelve.
No es que me guste escucharlo de tu boca aunque me guste como lo pronuncias.
No es una respuesta, ni la pregunta, ni el principio de un sueño. Sólo es el resumen de lo que siento, de punzadas que a veces duelen y otras en cambio me hacen cosquillas y sonrío.
De mis labios en tus labios, la paz que he deseado, saber que después de horas esperando verte sólo quiero estar en tus brazos.
Sé que hay mil formas de decirte lo que ahora mismo no voy a decirte, porque ya sabes que dice mi mirada cuando se cruza con la tuya.
Solo es para decirte que acamparé en tu alma, si me lo permites, que seré ocupa en tu corazón y cómplice de tus sueños, el silencio en el que descanses cuando no quieras escuchar nada.
No voy a regalarte el sol, porque es inalcanzable, no voy a prometerte un palacio en la luna ni te llevaré al fin del mundo porque yo todavía no encontré el camino.
Solo voy a regalarte los pedacitos que encontré de mi corazón y un camino todavía no andado, donde veo tus huellas junto a las mías.
No tengo frases hechas, ni poemas sin sentido, ni finales de películas, ni falsas promesas.
No puedo prometerte ser la compañera perfecta, ni intentar no tener defectos.
Sólo esperaré que tú vengas, llenaré tu piel de mis besos, susurraré en tu oído que te quiero mientras duermes.
Te regalaré mis mejores momentos y llenaré tus rincones con sonrisas.
No voy a decirte que estaré contigo toda la vida.
Sólo voy a dejar que un día me mires, mirando el cielo junto a ti y descubras que sigo a tu lado.

                                                                   Tequiero!

Un principio como otro cualquiera

Entrada ya la noche en la ciudad y en el oscuro callejón solo se oía el resonar de unos tacones sobre el asfalto.

Anna casi volaba sobre el suelo del estrecho callejón. La pequeña minifalda rose de volantes se levantaba algo más de lo que a ella desearía mostrar a causa del viento helado, por mucho que se esforzara en bajarla; y la pequeña chaqueta apenas lograba arroparla.

Llegaba tarde y lo sabia, pero eso no era lo que la hacia correr de esa manera, no, lo que la hacia correr era el sonido, que no hace mucho, había escuchado. El sonido de una respiración a su espalda.

Doblé una esquina y en la oscuridad pudo ver el brillo de un par de ojos oscuros que escudriñaban cada centímetro de su cuerpo.
Se dio media vuelta para correr en la dirección contraria pero alguien la agarró de las muñecas y sin darle tiempo a gritar una mano le tapó la boca.
Presa del pánico Anna se revolvió contra sus captores, sin éxito.
Intentó morder la mano del hombre que le tapaba la boca pero le fue imposible. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas al escuchar las risas de los dos hombres.
Apestaban a alcohol y llevaban la ropa sucia y rota en numerosas partes.
- Mira lo que hemos encontrado Joe, ¿no es una chica preciosa?
-Realmente lo es Bill- convino el hombre- Seguro que le encantará pasar un rato con nosotros- añadió con una sonrisa desdeñosa.
Mientras, los ojos no paraban de escrutar a la chica.

Anna cada vez lloraba más, incapaz de contenerse pensando en lo que aquellos dos hombres iban a hacerle, y se reprochaba a si misma no haber echo caso de las palabras de Adam y haber accedido a dejar que la acompañase, o simplemente por haberse puesto aquella ropa, que suscitaba tanta atención en los hombres, aunque hasta ese momento no le había molestado recibir toda aquella atención de los chicos.
Cerró los ojos a punto de desmayarse pero un grito enfurecido la hizo volver a la realidad.
Adam se alzaba ante los dos hombres rojo de rabia, estos alzaron la vista, incrédulos y seguidamente esbozaron sonrisas de superioridad.
Solo era un chico.

El primer hombre se lanzó sobre Adam mientras el segundo sujetaba a una temblorosa Anna. Adam esperaba al hombre de aspecto desaliñado y pelo negro grasiento que le caía por el rostro en mechones desordenados.
Los ojos hundidos hacia dentro por donde asomaban un par de ojos oscuros, tan negros como aquel callejón.
Ante él se alzaba Joe mostrando una sonrisa a la que faltaban varios dientes.

Se observaron mutuamente, evaluandose.

Finalmente Joe se abalanzó sobre Adam con los puños por delante y se enzarzaron en una pelea.
Rápidamente la fuerza y la experiencia del hombre se fueron imponiendo sobre Adam.
Un último puñetazo acabó por tirarlo al suelo. Anna que finalmente había conseguido liberarse de la mano que tenia sobre su boca mordiendo un dedo de aquel hombre, empezó a gritar el nombre de Adam.

Adam alzó la cabeza del suelo con la cara sucia, un ojo hinchado y el labio partido. A pesar de ello sonrió al mirar a Anna; era una sonrisa cansada pero Anna pudo ver algo más escondido en aquella sonrisa.
Se escuchó un grito y al unísono, los cuatro levantaron la cabeza al cielo.
Una mujer estaba asomada a una pequeña ventana con gesto horrorizado. Fue apenas un instante, la mujer desapareció de la ventana. Ambos hombres se miraron. Las sirenas no tardarían en sonar en la calle.

Los hombres se esfumaron del callejón dejando a los chicos solos en el callejón que pronto fue iluminado por las luces de los coches de policía.
No les hicieron muchas preguntas sobre lo que había ocurrido allí y curaron las heridas de Adam.

Anna no se separó de él en ningún momento, la chica aun estaba desorientada y encontraba en él una especie de salvavidas a toda esa locura. Él por su parte la apartó de todo el jaleo.

Cuando se hubieron alejado Anna se volvió hacia él con los ojos aun brillantes de lágrimas, sus labios articularon una única frase antes de ponerse de puntillas y dejar un beso lleno de infinita ternura.


"Quizás esta pareja salga o no salga bien, pero esa noche, ese instante nunca abandonará sus mentes. Quizás esta historia se repita en alguna calle oscura cualquier otra noche y recordar, por favor, que quizás no haya un Adam esa vez"