Me enamoré.
O no.
Me enamoré de alguien sin darme cuenta.
Sin saberlo.
Sin quererlo.
Aunque sí le quería.
Le quiero.
O no.
El que quiera entender, que entienda
Lo esencial es invisible a los ojos
-Él no es humano- respondió
+¿Y por qué iba a serlo? ¿Esperas que los ángeles sean humanos?
+¿Y por qué iba a serlo? ¿Esperas que los ángeles sean humanos?
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sábado, 17 de marzo de 2018
sábado, 25 de febrero de 2017
Glaer
Me gustarás igualmente.
Cuando estés mimosa y cuando no.
Me gustas tú, siempre, siendo eso, simplemente tú.
Cuando estés mimosa y cuando no.
Me gustas tú, siempre, siendo eso, simplemente tú.
viernes, 13 de mayo de 2016
Rojo.
Aún no se conocían. Él, alto,
converse, palestina y vaqueros rasgados. Lo que algunos denominarían
“un perroflauta”.
Y ella, pequeña, nariz diminuta y unos
pantalones demasiado grandes para ella. Tampoco era la imagen de “la
decencia”.
...buenas son rosas. |
Había muchas, muchas caras, pero
ninguna que mereciese la pena. Estaban perdidas en aquella masa
ingente que se movía sin parar. De repente, rojo. Quizá fuese un
fetiche que precisamente eso fuese lo que más le llamó la atención
de él porque, en realidad, todo en él destacaba.
Pasaba la noche, entre el alcohol, el
humo y las risas. La música no paraba, casi parecía que sus vidas
tenían banda sonora.
Bailó lo que pareció una eternidad, y
de repente se encontraron uno en los brazos de otro. Ninguno buscaba
algo serio, ni mucho menos. Apenas se conocían, pero se gustaban y
eso bastó.
¿Qué cuál fue el resultado? Pasarlo
bien. Era una fiesta, había que estar contento (y bien es verdad,
que el alcohol ayuda a que todos seamos algo más simpáticos con los
desconocidos).
Podría no recordar todo de aquella
noche pero, una cosa es segura, no olvidaría el rojo de su pelo.
Como el fuego, vivo, brillante.
La educación está mal.
Mandamos a los niños mensajes contradictorios acerca de cómo hay que comportarse. Les enseñamos a no pelearse unos con otros, a ser pacíficos, pero también les enseñamos a no pelearse unos con otros, a ser pacíficos. Pero también les enseñamos la crueldad, pero no de forma directa claro.
Les enseñamos a matar, sí, a matar. A que toleren la crueldad hacia los más indefensos.
Y así, creamos adultos hipócritas, que no saben amar.
Les enseñamos a matar, sí, a matar. A que toleren la crueldad hacia los más indefensos.
Y así, creamos adultos hipócritas, que no saben amar.
martes, 3 de marzo de 2015
Mi dama oscura
Ay... mi dama oscura. Tranquila y suave.
Plagada de farolas, como pequeñas hogueras guardianas de nuestro sueño.
Los gatos tus soldados, tus amantes.
Ay... mi dama oscura. Sutil y tierna.
Hogar de los amantes con prisa. Dándose calor en tus brazos, temiendo el canto del primer gallo.
Pero, ay... mi dama oscura. Eres finita también.
Clareas cuando llega el día.
Te alcanza mi dama oscura.
Huye ahora, ve lejos, pero vuelve de nuevo.
Vuelve a mi.
Plagada de farolas, como pequeñas hogueras guardianas de nuestro sueño.
Los gatos tus soldados, tus amantes.
Ay... mi dama oscura. Sutil y tierna.
Hogar de los amantes con prisa. Dándose calor en tus brazos, temiendo el canto del primer gallo.
Pero, ay... mi dama oscura. Eres finita también.
Clareas cuando llega el día.
Te alcanza mi dama oscura.
Huye ahora, ve lejos, pero vuelve de nuevo.
Vuelve a mi.
miércoles, 4 de junio de 2014
Music it´s my life
Nerviosas esperaban el turno de comenzar, suspiros de última hora salían de sus bocas. Pero, ¿no estarían más nerviosos los violines, la viola o el cello?
A veces, y sin querer, olvidamos a nuestros compañeros del alma. Ellos, que nos han acompañado desde nuestra niñez, no reciben halagos ni gloria. Compañeros silenciosos de nuestra música, no piden más que nuestra compañía, que los hagamos hablar, cantar, vibrar de la emoción de ser tocados. Hoy, quería hacerles un homenaje a estos, nuestros amigos, hermanos de la música, los instrumentos.
Cuarteto de Cuerda - Mozart (Interpretado por alumnas del Conservatorio de Almendralejo)
A veces, y sin querer, olvidamos a nuestros compañeros del alma. Ellos, que nos han acompañado desde nuestra niñez, no reciben halagos ni gloria. Compañeros silenciosos de nuestra música, no piden más que nuestra compañía, que los hagamos hablar, cantar, vibrar de la emoción de ser tocados. Hoy, quería hacerles un homenaje a estos, nuestros amigos, hermanos de la música, los instrumentos.
Cuarteto de Cuerda - Mozart (Interpretado por alumnas del Conservatorio de Almendralejo)
lunes, 10 de marzo de 2014
Yo, por querer.
Yo, por querer, quiero darle los buenos días mientras le lleno la cara de dormido a besos, reírme de él, decirnos cosas sin sentido, o cosas que solo entendemos nosotros. Decirle "hey bobo, que tequiero" y por bobo quiero dar a entender que es mi jodida vida.
Yo, por querer, quiero tenerle al lado todos los días, picarnos y arreglarlo con un "pero tequiero". Estar una tarde tumbados, solo con la única intención de dejarle claro que lo quiero ahí, a mi lado. Así que, yo por querer, lo quiero a él.
Yo, por querer, quiero tenerle al lado todos los días, picarnos y arreglarlo con un "pero tequiero". Estar una tarde tumbados, solo con la única intención de dejarle claro que lo quiero ahí, a mi lado. Así que, yo por querer, lo quiero a él.
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