-Él no es humano- respondió
+¿Y por qué iba a serlo? ¿Esperas que los ángeles sean humanos?

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miércoles, 27 de julio de 2011

Café y sonrisas

Pisó un poco más el acelerador y se alejó de allí al torcer la esquina.

Paró algo más lejos en un bar, su noche aun no acababa.

-Hola guapa- saludó a una chica al llegar.

Jorge se levantó a la mañana siguiente con resaca y una desconocida en su cama.
Salió de la habitación sin hacer ruido y se dirigió a la cocina para prepararse un café.

La chica salió de la habitación al rato, ya vestida.
No fue una gran despedida, de echo, ni siquiera mereció llamarse así. Madie, así se llamaba, abandonó la casa con un simple adiós, y él la despidió con una cabezada desde el sofá, solo era otra más.

Pero aquella chica a la que acompañó a casa. Tenía algo, eso era innegable, quizás aquella sonrisa fuera lo que le había impulsado a darle su número.
Sonrío mientras sorbía un poco de café. Solo quedaba que le llamara.


martes, 26 de julio de 2011

Un color: Azul

Finalmente y como esperaba sus amigas la sacaron de su habitación y de la casa con unos pantalones cortos negros y una camisa ancha azul cielo con el hombro caído. De lo que no habían conseguido convencerla era de que se pusiera unos tacones, se había negado en rotundo y únicamente estaba dispuesta a ponerse sus botas negras.

Bares, luces y varias copas se sucedían ante sus ojos. La ciudad estaba preciosa aquella noche, las invitaba a divertirse, a olvidar.

Tras unas copas Iris se dejó ir del brazo de sus amigas, el alcohol le había echo olvidar lo que el tiempo no había logrado. Era maravilloso.

-Vamos a por otra ronda- gritó Kate  para hacerse oír por encima de la música a todo volumen. Ella y Helena desaparecieron entre el gentío. Miró a su alrededor. Los cuerpos se balanceaban adelante y atrás, al compás de la música.

De repente, azul. Esos ojos la atraían como un imán, no podía dejar de mirarlos, y él debió de darse cuenta porque se acercó a ella. Debió de ser el alcohol,  o quizás las ganas de empezar de nuevo, pero a los pocos minutos hablaban y reían juntos.
Llegó la hora de irse y ninguno lo deseaba.

-Dame tu número, así podremos quedar otro día- le dijo él.
-De ninguna manera- respondió Iris con una carcajada- dámelo tu y yo te llamaré.

La acompañó a casa tras un corto paseo en su coche gris metalizado. El trayecto fue aun más corto. Iris no paraba de hablar, de esto y de lo otro, mientras él asentía sonriendo.
La llevó hasta la puerta y allí, la besó. Se despidieron con la mano y subió a casa a tiempo como para ver como un coche gris desaparecía a la vuelta de la esquina.

Iris se levantó del sofá con un gran dolor de cabeza y aun vestida con la ropa del día anterior.

-¿Qué tal ayer?- inquirió Helena - Llegaste tarde a casa, ¿dónde estuviste?
Kate la miraba desde el otro extremo de la habitación con la misma mirada de curiosidad que su amiga.

Y todo le vino a la cabeza, el bar, las copas, el azul de sus ojos, la despedida en el portal. Sonrió sin evitarlo pero le sobrevino la desesperación. El número, no tenia su número. Ni siquiera sabía su nombre.

-¿Qué tienes en el brazo?- preguntó Kate que se había acercado.

Se miró el brazo y ahí estaba.
Jorge 633589257

Sus amigas no necesitaron más explicaciones para saber lo que había ocurrido.

lunes, 25 de julio de 2011

Valor

Hoy hacia ya tres meses. Tres meses desde que conociera toda la verdad acerca de Alex; y todo aquello aun la corcomía por dentro. Como había podido hacerle aquello, después de todas las cosas que habían vivido, tras todos los momentos que compartieron.

Iris se dió media vuelta en la cama. La habitación estaba en penumbra y la luz roja de su reloj de mesa indicaban las 10 de la noche del sábado. En la silla de la habitación reposaba la ropa de aquel día, tal y como la había dejado caer. Los pantalones oscuros asomaban por debajo de la sudadera de un azul gastado, al pie de la cama, las botas de media caña, negras y con algunas rozaduras.

Esa había sido su indumentaria esos tres meses, sudaderas con gorro, pantalones oscuros y sus inseparables botas negras.
"Si no supiera quien eres ni siquiera pensaría que fueras una chica" Acostumbraban a decir Kate y Helena.
No se lo reprochaba, ella misma lo habría dicho de haber sido ellas. Además, las quería,ellas habían sido las únicas que la habían soportado todos esos meses. Incluso la habían acogido en su pequeño piso.

Alguien irrumpió en la habitación de golpe, haciendo ruido aposta para despertarla. Eran ellas.
Subieron las persianas y abrieron la ventana mientras hablaban.
-No podemos permitir que sigas de esta manera Iris- dijo Kate.
-Tienes que salir de esta situación- la interrumpió Helena - te hemos dejado estos meses, porque comprendemos que fue un duro golpe para ti, pero no puedes pasarte la vida así.
- ¡Exácto! - exclamó Kate - Así que hoy vas a salir con nosotras.

Iris asomó la cabeza por debajo de las sábanas parpadeando a causa de la luz. Una vez sus ojos se hubieron acostumbrado a ella miró a sus amigas. Estaban vestidas para salir a triunfar. Kate se había recogido el pelo en un complicado moño y Helena se había alisado el pelo.
Ambas lucían dos vestidos. El de Kate de distintos tonos de negro, descendía en volantes hasta por encima de las rodillas, donde empezaban las piernas que acababan en unos tacones negros. Helena, ataviada con un vaporoso vestido azul de dama de honor, liso y con distintos adornos en blanco y algo más largo que el de Kate; los tacones del mismo azul que el vestido con los dedos destapados.

Las dos tenían la misma mirada decidida, e Iris comprendió que por mucho que se negara conseguirían sacarla de casa.

Es la primera vez que escribo algo parecido. Espero que os guste 

miércoles, 20 de julio de 2011

Y poco más ..

Las mujeres se enamoran con el oído y los hombres con la vista.
Por eso, las mujeres se maquillan y los hombres mienten.

jueves, 14 de julio de 2011

Un día cualquiera

-Oye, no me des la espalda
.... ¡paf! ...
+¿Por qué haces eso?
-Mi vida, tú me has dado la espalda

                                                                                     "Si la vida te da la espalda... tócale el culo"

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Who?

Todos queremos vivir en un mundo feliz.
Todos queremos que todo este bien.
Todos queremos estar agusto.
Todos queremos hacer grandes cosas, dejar nuestra huella en este mundo
Todo queremos a alguien que nos quiera, que nos aprecie, que nos de cariño...

Pero, realmente... ¿Quien se atrevería a vivir para siempre?
Ver como todos crecen, envejecen y mueren a tu alrededor. Solo.
No.. no creo que nadie quiera vivir para siempre.

¿Quien se atreve a amar para siempre? ¿A querer para siempre?
El amor es voluble, caprichoso, como un niño maleducado... ¿quien se atreve a amar para siempre?

http://www.youtube.com/watch?v=_Jtpf8N5IDE]Who want to life forever

viernes, 8 de julio de 2011

Life

Subió decidida, obligandose a no pensar, solo sentir.
El aire acariciando su piel y jugando con su pelo en una danza desordenada y hermosa; cabellos abrazandose y separandose al instante para volver a juntarse.

Sus pies, aun ligeramente húmedos.
Aquella brizna de cespez que le hacia cosquillas entre los dedos.

Miro hacia abajo. Suspiró. Y sin darle más vueltas se lanzó.
Al momento, sin tiempo, sin aviso.

Burbujas alrededor de su cuerpo, acariciandola hasta desaparecer más arriba.
Silencio. Nada se oye allí abajo. Tranquilidad.
Corazón tranquilo, dejandose notar con ritmo regular. 

Mecida por la corriente, juguete de esa criatura crapichosa.

Pulmones quejandose. Es hora de volver arriba. Se escuchan voces, risas provocadas por alguna broma, gritos, chapoteos y zambullidas.
Disfrutó un poco más de aquella sensación de paz, de no sentirse parte del mundo, desconectar.

Otra queja, aun más apremiante y esta vez la obedezco.
Atravieso la fina capa que separa esos dos mundos, apenas una linea difusa y respiro.

Vuelta al ruido, vuelta a la vida.