-Él no es humano- respondió
+¿Y por qué iba a serlo? ¿Esperas que los ángeles sean humanos?

Seguidores

martes, 6 de noviembre de 2012

Tus ojos son un mundo

Me miro en mi pequeño espejo personal. Un espejito verde e inquieto. Lleno de luz y de calor. Lleno de tantas cosas que no conoce.
Saltan chispas entre mi espejo y yo. Se esconde. Y lo busco. Y lo encuentro una vez más.
Abarcarlo todo quiere con su reflejo. Se fascina, se sorprende, se alegra y se asusta.
Se enamora y se enfadaba. Cada día es diferente. Me muestra cosas diferentes y parecidas a la vez.
Y en todos esos reflejos que muestra, se transmite una sensación. Esa sensación que me recorre de arriba a abajo. Que me eriza cada poro de mi piel. Que despierta a mis mariposas de su invierno.
Esa sensación de verme a mi, y solo a mi, en sus ojos verdes, envolviéndome con tanto amor y ternura que deseo estar siempre ahí.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Rutilófila

Dicen que los pelirrojos no tienen alma, que son hijos del diablo, brujas, seres malvados. Suelen ser acosados por su color naranja-rojizo. Tanto, que incluso algunos acaban tiñéndose para ocultarlo. Incluso dicen que si ves a un pelirrojo tendrás tanto días de mala suerte como botones tenga tu camisa.
Y podría ser verdad.














Lo que es seguro es que son personas maravillosas, que siempre tienen un consejo para quien quiera escucharlo, y una sonrisa adornada de pecas.
No deben ser tan malos como dicen...

Es más... estoy pensando en teñirme. Porque lo que de verdad es importante es ser buena persona, y el mejor maquillaje una bonita sonrisa.

Te amo

¿Sabes qué?
Nunca se lo he dicho a nadie.
Me parece algo muy grande, muy poderoso como para utilizarlo a la ligera. Esperaba encontrar a mi persona especial para decírselo, y que fuera solo para ella. Pero, ¿sabes? Ahora que sé quién es. Que esa persona tiene nombre y apellidos, no necesito decírselo. Porque lo que a los demás siempre les ha venido grande, a ti se te queda pequeño.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Siempre

Cat entró en su casa como una tromba, casi bailaba, no cabía en sí de gozo. Era taaan feliz.
A ella. De entre todas él la había elegido a ella y solo a ella. No lo creía, debía ser una broma, una especie de juego, un sueño demasiado bonito, demasiado perfecto. Pero una cosa estaba clara, no quería despertar nunca.
Y allí estaban, 2 meses después. Había aprendido a quererlo, a adorar cada uno de sus movimientos. Cada mañana despertaba un poco más enamorada.
En poco tiempo aquel bobo se había convertido en alguien muy grande.
Le había entregado su cariño, su cuerpo, su alma, su mente y su ser.
Como nunca a nadie.

Cat cerró los ojos y suspiró.
-Siempre- murmuró.