Esther ojeaba una revista. Fuera, el andén bullía de gente que se afanaba en recoger sus maletas, niños que lloraban y algún revisor intentando poner un poco de orden, pero ella no le prestaba demasiada atención.
Pasaba las páginas rápido, sin detenerse demasiado en ellas. Se veía, a todas luces, que no le interesaba lo más mínimo, tan solo la miraba por tener algo que hacer.
Había decidido viajar a Madrid en tren. "Para alejarme de la rutina, para conocer sitios nuevos" había dicho a sus padres, pero la verdadera razón era: para alejarse de él.
De improvisto, se abrió la puerta del vagón y entró un chico que no aparentaba más de 19 años, con el pelo goteando agua a causa de la lluvia y unos chispeantes ojos verdes.
-Buenos días princesa- exclamó nada más entrar. Y ante el asombro de ella añadió con una gran sonrisa- Soy Marco, encantado.-
Quizás fuera por esa sonrisa o porque le había recordado a su película favorita, pero Esther sonrió y le invitó a sentarse con ella.
Me encanta como tienes tu blog. Es precioso pasarse por aquí.
ResponderEliminarTe sigo, muchos besitos!!!
Felices fiestas.te espero <3